Desde los cócteles psicobióticos, hasta los trasplantes de heces, la revolución intestinal esta servida.

Si te sientes cansado, fatigado, apático, sufres jaquecas, ansiedad, estreñimiento, has subido de peso, te molestan tus articulaciones o no te concentras podrías estar sufriendo el síndrome del intestino permeable o simplemente una sensibilidad alimenticia.

Enfermedades como la diabetes tipo 2, obesidad, colon irritable, autismo, migraña, depresión, tienen solución real simplemente modificando tu alimentación.

Cada día estamos expuestos a múltiples patógenos como virus, parásitos, bacterias, proteínas extrañas que entran a través de la boca o la nariz y van directamente al intestino.

Se le conoce como el segundo cerebro ya que tiene mas neuronas que la espina dorsal y funciona independiente del sistema nervioso central.

El 70% de tu sistema inmune se encuentra en tu intestino.

La influencia es tal que que actualmente se sabe que regulando la flora intestinal o microbiota se tratan incluso las enfermedades mentales. Esto se explica a través de la bioquímica del cerebro que se crea en función del estado de salud tu intestino. La prescripción de psicobióticos, (Cóctel probiótico de bacterias) es un claro ejemplo de la implementación de estas nuevas metodologías.

¿QUÉ ES LA MICROBIOTA?

La microbiota intestinal es el conjunto de trillones de microorganismos que habitan en tu intestino y realizan funciones esenciales para tu supervivencia. Ayudan a digerir alimentos, proporcionan los nutrientes necesarios para tu organismo y además forman parte de tu sistema inmunitario. Pueden llegar a pesar entre 1kg…. o 2.

Es lo que conocemos como flora intestinal.

El 50% de las heces son bacterias y pueden ser buenas o malas. Las buenas son esenciales para la digestión y asimilación de alimentos. Las malas causan problemas de salud de todo tipo.

Una terapia que se está implementando con mucho éxito es el trasplante de heces.

Es una metodología mediante la cual se dota de una flora intestinal rica, saludable y variada a una persona con una flora intestinal pobre. Incluso se utiliza para adelgazamiento en personas obesas. Con eso se consiguen resultados increíbles. Pero si comes adecuadamente te puedes ahorrar el trasplante que puede resultar algo desagradable.

Las bacterias además de fabricar vitaminas, ácidos grasos y el 80% de los neurotransmisores, son capaces de producir péptidos antimicrobianos para derrocar a los patógenos que invaden nuestro cuerpo.

Por eso es tan importante para tu sistema inmune.

La microbiota intestinal es adquirida rápidamente tras el nacimiento, siendo el parto vaginal responsable de su estado de salud. Es decir, la práctica abusiva de cesáreas ha privado a muchos niños de una inmunidad natural. La lactancia prolongada materna, la alimentación y entorno de la madre así como la ausencia de antibióticos son clave para determinar la salud adulta.

Un parto por vía vaginal aportará bacterias procedentes de la flora vaginal, en cambio una cesárea aportará bacterias procedentes de la piel y de los utensilio quirúrgicos, lo cual no es aconsejable.

En la medicina actual se abusa de los componentes químicos desde la mas tierna infancia, lo que supone un incremento de patologías crónicas en la edad adulta.

Teniendo en cuenta que los intrusos entran o bien por la nariz o por la boca, tiene lógica pensar que el intestino deba protegerte de los mismos.

SÍNDROME DE INTESTINO PERMEABLE

El intestino de una persona sana está recubierto por una superficie que evita que ciertas sustancias y microorganismos lleguen al torrente sanguíneo. Esta capa protectora está cubierta por una mucosa con una capa de bacterias (microbiota) y debajo otra capa de inmunoglobulinas defensivas. Permite el paso de nutrientes, no así de toxinas. Pero si tu alimentación no es adecuada, la capa protectora se destruye virus, bacterias , metales pesados, aditivos artificiales pasan al torrente sanguíneo. Es decir la capa se ha vuelto permeable. Además el stress y la falta de sueño provocan inflamación de la mucosa intestinal, bajada de defensas y patologías varias como úlceras, gastritis, intolerancias alimentarias y el intestino irritable.

¿QUÉ PUEDO HACER?

1.– Lo primero y mas importante es descubrir si tienes alguna sensibilidad alimenticia que desconozcas. Es importante que sepas que los test de alergia pueden no delatar una posible sensibilidad. Es un caso frecuente para aquellos alérgicos por ejemplo al gluten, que dan negativo en el test y con el tiempo se convierten en celíacos. Es decir contraen una enfermedad autoinmune. La única forma de reconocer una sensibilidad es realizando una dieta de alimentación por medio de un profesional.

https://www.knabehealthylife.com/product-page/mentoring-de-3-meses-para-transformar-sistema-inmune

Cuanto mas variada una dieta, mas diverso el microbioma y mas saludable.

Cuanto mas ecológico y mas local, mas diverso y saludable es el microbioma.

2.- Es decir es recomendable comer variado, ecológico y local.

Cada tipo de microbio, prospera con un tipo de comida. Por ejemplo la cándida que afecta a millones de mujeres de todas las edades, está directamente asociada a los azúcares incluidas las harinas blancas. Por eso comer ciertos alimentos saludables son una garantía de no caer en la enfermedad. En un estudio comparativo con niños africanos de una aldea y con niños occidentales, se descubrió que la dieta occidental de supermercado termina creando una microbiota pobre y escasa y la de los africanos en cambio al alimentarse de lo cultivado en su aldea mantenían un estado de salud óptimo.

2.- Come limpio es decir evitar los procesados. Todo aquello que el cuerpo no reconoce como comida, se queda atascado en el tracto intestinal afectando al buen funcionamiento del mismo. Comer limpio significa que lo que comes es comida de verdad y tu organismo es capaz de digerir todo. Llevar una alimentación rica en fibra,vitaminas, minerales y antioxidantes no sólo te ayuda a no generar residuos sino también a producir las enzimas necesarias para a digestión óptima y así poder equilibrar tu sistema hormonal. La fibra ayuda a depurar el intestino. El mejor ejemplo son los espárragos que arrastran todo aquello con lo que tropiezan. Otro ejemplo son las semillas de linaza remojadas la noche anterior, ya que el mucílago que producen es un perfecto limpiador. Lo tomo cada mañana y mi intestino lo agradece profundamente.

Evitar proteína animal. El exceso de las mismas está demostrado ser la causante de infinidad de enfermedades crónicas ya que nuestro intestino nada tiene que ver con el de un carnívoro como el de un felino. La ingesta de carne y pescado es excesivamente lenta para nosotros.

Incorporar los fermentados. El kefir, choucurute, miso, los pepinillos en vinagre, tempe, kombucha o las yogures de soja. El Symbiolact es un preparado probiótico en sobre con un tratamiento para 30 días, muy adecuado sobre todo para la recuperación tras periodos de enfermedad.

3.- Dormir a tus horas y dormir suficiente. Esta demostrado que romper el ciclo biológico afecta al ciclo natural de tus microbios. Debes dormir mínimo unas 7 horas, y respetando los ciclos circadianos.

4.- Combatir el stress. Tu estrés es un factor determinante para la salud de tu intestino. Meditar 15/20 minutos al día es una solución real y factible.

Nuestro estado de ánimo depende directamente de nuestro consumo de triptófano. El triptófano es el aminoácido encargado de fabricar la serotonina.

Para fabricarlos tu organismo necesita:

legumbres(lentejas, judías, garbanzos), arroz integral, avena sin gluten, frutos secos, frutas ácidas (piña, kiwi), verduras, hortalizas, semillas de girasol (pipas), sésamo, calabaza.

En general alimentos ricos en ácidos grasos omega 3, zinc y magnesio.

Ácidos grasos omega 3: pescado azul(con precaución), frutos secos, tofu, aceite de linaza, semillas de linaza, orégano, albahaca y las espinacas.

Zinc: algas, levadura de cerveza, espinacas y el cacao.

Magnesio: Salvado de trigo, cacao, almendras, espinacas, semillas de calabaza, aguacate y frutos secos.

En torno el 80/90% de la serotonina se genera en el tracto intestinal. La carencia de esta hormona puede derivar en depresión. Es el neurotransmisor encargado de regular el ánimo.

5.- Beber agua filtrada. Se recomiendan uno 8 vasos al día pero sin forzar antes de las comidas o entre horas.

6.- Realizar regularmente un programa detox. Existen diferentes programas de desintoxicación y limpieza. Se trata de encontrar el que te venga mejor. Yo en mi caso realizo quizás un par de días a fruta, zumos naturales y frutos secos. Con ello no paso hambre y siento como mi tracto digestivo se limpia por dentro.

También existen los programas de desintoxicación utilizando el dióxido de cloro unido a los enemas de toda la vida. La limpieza es total.

La quelación o desintoxicación de metales pesados es una de los procedimientos mas efectivos y necesarios a la hora de limpiar tu organismo.

En mi programa de refuerzo del sistema inmune en 3 meses incluyo un detox del riñon y del intestino con el fin de recuperar las funciones digestivas básicas en condiciones óptimas.

7.- Ayunar cada trimestre unos 3 días. Esta opción es la mas difícil de todas pero es altamente efectiva. El ayuno permite el descanso celular y su regeneración. Aunque parezca contradictorio las personas que habitualmente practican el ayuno interrumpido se sienten mucho mejor y rejuvenecidas. La recuperación del organismo tras las fases de ayuno es un hecho.

Todas estas indicaciones te pueden parecer excesivas y quizás poco factibles. Pero cuando pruebas la alimentación saludable y la combinas con hábitos de relajación, empiezas a sentirte bien. Cuando uno se siente bien, comprende que lo natural no es estar enfermo ni vivir con molestias.

Bibliografia

The Inmune System Recovery Plan. Susan Blum

Microbiótica Nutrición Simbiótica y Microrganismos Regeneradores.

Integrative Nutrition: A Whole-Life Approach to Health and Happiness.

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